miércoles, 7 de diciembre de 2011

[¡OBVIAMENTE SEÑOR OGRO!]

-!Obviamente!- respondía sin tardanza el pequeño niño sentado delante de aquel inmenso ogro. A lo que el ogro contestaba un simple "¡AARRWWGG!" , y después de varios "arrwgg" en diferentes tonos, el niño volvía a decir siempre con el mismo entusiasmo -¡Obviamente!-.
Cualquiera diría que aquella era una conversación coherente, y que el gran ogro intentaba explicar algo al niño, algo que el niño ya sabía de antemano. Incluso a mi me parecía a momentos que hablaban, solo que yo sabía la verdad. El niño acababa de aprenderse una palabra nueva, claro está que era "obviamente", y para él en esos momentos era la única palabra existente. Y el ogro, al que yo conocía hace tiempo, tenía la extraña manía de decir "aarrwwgg" cada vez que escuchaba a un niño menor de cuatro años decir una palabra complicada. Ademas de que hay que reconocer que cuando los ogros hablan todo lo parecen decir es: "arrwwgg". Justo ahora no acabo de entender como es que entre ellos pueden comunicarse.
En fin, la escena era bastante simpática. Y me hizo pensar. Si un pequeño niño puede mantener una conversación en apariencia coherente con un inmenso ogro; ¿porque yo no puedo ni siquiera hablarte?