Al final del día, todo se resume a esto;
a la constante tortura de pensar en ello,
al gris color muerte de tu mirada
y al rosado color fuego de tu llegada.
En monstruoso engendro me he convertido
alimentado por la culpa y la sed de olvido.
Viviendo en el hosco terreno de mí seno
quemando, rompiendo, sediento y seco.
No con sólo tus ojos destrozas mi alma;
tras de ti, como jauría de lobos
viene una obscuridad fría y en calma
que muerde y mata, con uñas y dientes toscos.
Y así, todo se resume en eso;
La fuerte y constante tortura
tus colmillos mordiendo,
tus uñas rasgando,
tu aliento espeso color a cambio
tu mirada gris olor a muerte
tus mejillas rosadas
y tu inevitable llegada.
La verdad ocultada
el llanto guardado
los gritos dolientes
el olor a sangre,
la oscuridad.
La oscuridad.